Se acerca el verano y, con ello, las ganas de disfrutar del aire libre, la playa, la piscina, las actividades acuáticas, las excursiones a la montaña, etc. Es cierto que esta época del año nos ofrece una gran variedad de actividades, pero ¿sabías que también estamos más expuestos a factores que pueden perjudicar nuestra salud ocular?

El sol, el ambiente cálido, el agua y los aires acondicionados son los principales causantes de las afectaciones oculares más comunes en verano, como la sequedad ocular, la conjuntivitis y la irritación de los ojos. Y es que, al igual que la piel, los ojos son una de las partes de nuestro cuerpo más expuestas y sensibles a todos estos factores. Es decir, merecen especial atención y que les dediquemos una serie de precauciones para evitar incomodidades, consultas a urgencias oftalmológicas o, incluso, enfermedades oculares más graves que pueden aparecer a largo plazo.

Por ello, desde el IOCG, queremos explicaros los principales factores de riesgo de esta época del año y daros algunos consejos para que podáis disfrutar de las actividades veraniegas cuidando vuestros ojos de forma eficaz.

Los efectos nocivos del sol y cómo proteger nuestros ojos.

La exposición solar a la que está sometido nuestro sistema visual es constante. Hay dos tipos de radiaciones que provocan más efectos a nivel ocular: la radiación ultravioleta y la radiación infrarroja, en menor medida.

Si no protegemos nuestros ojos de forma adecuada, podemos sufrir afectaciones, algunas más inmediatas y otras a largo plazo y que pueden ser más graves. Entre los problemas oculares más comunes debido a una exposición prolongada al sol sin protección encontramos:

  • Molestias y lesiones en la córnea y en la superficie ocular, como el pterigión o pingüécula y la queratitis.

  • Enfermedades degenerativas del ojo que pueden acelerarse debido a la sobreexposición solar: cataratas y afecciones en la retina como la DMAE.

  • Lesiones más graves, como los tumores oculares malignos, que pueden aparecer si nuestros ojos han absorbido mucha radiación ultravioleta a lo largo de los años.

Entonces, ¿sabiendo qué consecuencias puede tener una sobreexposición solar, qué medidas podemos tomar para proteger nuestros ojos?

  • Utilizar gafas de sol homologadas. No todas las gafas son eficaces. Para evitar riesgos innecesarios elige unas gafas homologadas con sello CE y adquiridas en establecimientos sanitarios de óptica. Así te asegurarás de que las lentes cumplen todos los parámetros de seguridad y calidad. De no ser así, pueden ser contraproducentes y provocar daños irreversibles.

  • Proteger los ojos de los más pequeños. Del mismo modo que los efectos de las radiaciones ultravioletas son acumulativos en la piel, también lo son en nuestros ojos. La mayor parte de la exposición solar ocurre antes de los 18 años. Por eso, es sumamente importante acostumbrar a los niños a utilizar protección ocular desde muy pequeños. Sabemos que puede ser complicado y que muchas veces no aguantan ni cinco segundos con las gafas puestas, pero vale la pena intentarlo. ¿Una buena manera? Por imitación: los adultos somos el mejor ejemplo, en este caso.

  • Evitar tomar el sol con las lentes de contacto puestas. Los usuarios de lentes de contacto deben tener un cuidado especial durante el verano. Durante la exposición solar es una de las situaciones donde se deben tomar precauciones para evitar lesiones en la retina. Recomendamos evitar tomar el sol con las lentes de contacto puestas, o asegurarnos de que disponen de filtro de rayos UV de buena calidad. En todo caso, si se toma el sol, hacerlo con los ojos cerrados aunque se lleven las gafas solares puestas.

Cuidado con la exposición de los ojos al agua.

El cloro de las piscinas, la sal del mar y los baños estancados son los principales causantes de infecciones y otras afectaciones oculares veraniegas. Y los más perjudicados son los niños, ya que suelen ser los que pasan más horas dentro del agua. Muchas personas padecen los efectos del contacto directo con el agua como son el picor y la irritación en los ojos. Otros síntomas como enrojecimiento, picazón, sensación de cuerpo extraño, inflamación de los párpados, lagrimeo y secreciones pueden indicar la presencia de conjuntivitis que requeriría la consulta al oftalmólogo. Por este motivo, recomendamos seguir las siguientes precauciones para proteger nuestros ojos del agua.

  • Utilizar gafas de natación o de buceo. Siempre será de ayuda una buena protección de los ojos mediante gafas de natación o de buceo para evitar el contacto directo de los ojos con el agua. Se pueden encontrar de diferentes modelos y adecuadas para cada edad.

  • Limpieza ocular después del baño. Para personas propensas a la irritación ocular o conjuntivitis, limpiar los ojos con agua dulce después de cada baño, ya sea en el mar o en la piscina, puede ayudar a evitarlo. También se pueden utilizar lágrimas artificiales siempre que se sufra un leve picor o molestia.

  • Evitar el contacto directo del agua con las lentillas. Es mejor prescindir del uso de lentes de contacto durante los baños o evitar que el agua las toque directamente, ya sea con agua dulce o salada. De esta manera prevenimos que la lentilla pueda contraer alguna bacteria que, posteriormente, pueda provocar una infección en los ojos.

Los aires acondicionados y la sequedad ocular.

Entrar a un lugar donde la temperatura baja después de haber sufrido un día caluroso de verano es un gran placer, lo sabemos. Pero hay que tener en cuenta que la sequedad ambiental y los aires acondicionados pueden ser una de las principales causas de irritación ocular u otras afecciones como el ojo seco.

Para ayudar a reducir estos síntomas, beber líquidos e ingerir algunos alimentos ricos en agua nos puede ayudar a mantener una buena hidratación del cuerpo y, a la vez, de nuestros ojos. Por otro lado, si eres una persona que sufre una afectación más elevada, recomendamos el uso de humidificadores para el ambiente además de utilizar gotas para aliviar esta sequedad. En todo caso, siempre recomendamos consultar al especialista para el uso del tratamiento adecuado para la sequedad ocular.

Finalmente, desde el IOCG recalcamos la importancia de realizar revisiones oculares rutinarias, como cuando se pasa la ITV del coche. Y con más motivo aún si uno se va de vacaciones y tiene que poner los ojos en la carretera.