Las inyecciones subtenonianas son un procedimiento oftalmológico en el que se realiza una inyección de medicamento en el espacio subtenoniano del ojo. Este espacio se encuentra entre la conjuntiva, la capa fina y transparente que cubre la parte blanca del ojo, y la esclerótica, la capa blanca y fuerte que constituye la mayor parte de la pared del ojo.
El procedimiento se realiza de manera ambulatoria, bajo anestesia tópica, para minimizar las molestias del paciente. Primeramente, el oftalmólogo desinfecta y prepara el área para la inyección. A continuación, con la ayuda de una aguja fina, inyecta el medicamento a través de la conjuntiva y directamente en el espacio subtenoniano. Esta vía de administración permite que el medicamento se absorba y llegue de manera efectiva a la parte posterior del ojo, incluyendo la retina y la coroides, donde se encuentran las zonas afectadas por la inflamación.
El medicamento más común que se utiliza en las inyecciones subtenonianas es la cortisona, un potente antiinflamatorio que ayuda a reducir el edema y la inflamación en el ojo. En algunos casos, también se pueden utilizar otros fármacos como antibióticos o antivirales, dependiendo de la causa específica de la inflamación.
¿En qué condiciones se utilizan las inyecciones subtenonianas?
Las inyecciones subtenonianas se han convertido en un tratamiento de elección para diversas patologías oculares inflamatorias, como:
- Edema macular: Acumulación de líquido en la zona central de la retina que puede provocar visión borrosa o distorsionada.
- Retinopatía diabética: Daño a la retina causado por la diabetes, que puede conducir a la pérdida de visión.
- Uveítis posterior: Inflamación de la parte posterior del ojo, incluyendo la retina, la coroides y el nervio óptico.
- Otros trastornos inflamatorios: Las inyecciones subtenonianas también pueden ser útiles para tratar otras condiciones inflamatorias oculares como la neovascularización coroidea y la retinitis.