La enucleación, también conocida como excentración o extirpación del globo ocular, es un procedimiento quirúrgico en el que se retira todo el ojo del paciente. Se realiza en casos extremos donde el ojo está gravemente dañado o hay una presencia de tumor intraocular que amenaza la salud del paciente.

En este caso, se trata de un tratamiento que se considera como última opción cuando otros no han sido efectivos o no son posibles. Las principales indicaciones para la enucleación incluyen:

  • Dolor intratable: Dolor intenso y persistente en el ojo que no responde a medicamentos ni a otros tratamientos.
  • Infección intraocular severa: Infecciones graves que no se pueden controlar con antibióticos o que pueden poner en riesgo la visión del otro ojo.
  • Traumatismos oculares graves: Lesiones oculares extensas que causan daño irreversible al globo ocular.
  • Tumores intraoculares malignos: Tumores cancerosos que amenazan la visión o la salud del paciente.
  • Deformidades congénitas graves: Deformidades oculares que impiden el desarrollo normal del ojo y causan dolor o pérdida de la visión.

¿Cómo se realiza la enucleación?

Se trata de un procedimiento mayor que se realiza bajo anestesia general. El oftalmólogo especialista realiza una incisión alrededor del ojo y procede a separar los músculos y los tejidos conectivos que mantienen el ojo en su lugar. A continuación, extrae el nervio óptico y, finalmente, el globo ocular.

Después de la retirada del ojo, el cirujano coloca un implante ocular en la cavidad oftálmica. El implante, que puede ser de materiales sintéticos o de origen animal, tiene la función de mantener la forma y el volumen de la órbita, así como proporcionar anclaje para la prótesis ocular.

¿Cómo es la recuperación?

La recuperación después de una enucleación suele ser rápida y sin complicaciones mayores. El paciente deberá seguir las instrucciones de su oftalmólogo, que pueden incluir:

  • Usar un protector ocular: Portar un protector ocular durante la noche o en situaciones de riesgo para proteger la cavidad oftálmica.
  • Realizar visitas de control: Asistir a visitas periódicas con su oftalmólogo para controlar la curación y ajustar la prótesis ocular si es necesario.
  • Adaptarse a la prótesis ocular: El paciente deberá aprender a usar y cuidar la prótesis ocular, que le permitirá mantener una apariencia natural y una cierta función visual.