Estos tumores orbitarios pueden ser de naturaleza benigna o maligna. Pueden originarse en diferentes tejidos que forman parte de la órbita, como los músculos, los nervios, los vasos sanguíneos o los tejidos adiposos.
El objetivo principal de esta cirugía es eliminar completamente el tumor, procurando al mismo tiempo preservar tanto como sea posible la función visual y la movilidad ocular. El procedimiento se aborda de manera personalizada en función del tipo, la ubicación y la extensión del tumor, así como de las necesidades específicas de cada paciente.
Durante la cirugía de tumores orbitarios, se utilizan diversas técnicas quirúrgicas para acceder a la órbita y extraer el tumor de manera segura. Estas técnicas pueden incluir el uso de microcirugía, el uso de microscopio quirúrgico u otros instrumentos especializados.
Después de la extracción del tumor, se realiza una evaluación patológica para determinar la naturaleza exacta del tumor y ayudar a planificar un seguimiento y el tratamiento postoperatorio.