A continuación, se realiza un autoinjerto conjuntival, que consiste en extraer un injerto de la conjuntiva superior, es decir, un trozo de tejido conjuntival saludable de la misma persona, y se adhiere a la esclerótica con tissucol (adhesivo biológico) o con suturas.

El objetivo principal del autoinjerto conjuntival es restaurar la superficie ocular, proteger la córnea y prevenir la recurrencia del pterigión. El tejido conjuntival trasplantado tiene la función de cubrir y proteger la córnea, favoreciendo una correcta cicatrización y reduciendo la formación de tejido anormal.