Estas esquinas pueden verse afectadas por diferentes problemas, como la parálisis facial, el envejecimiento o defectos congénitos. Entonces esto provoca dificultades para el cierre completo de los párpados y, en consecuencia, problemas visuales y estéticos.

Durante la cantoplastia, el cirujano realiza incisiones en la zona central de la comisura palpebral, en la unión entre el párpado superior e inferior. El objetivo de estas incisiones es reforzar los tejidos de la zona y permitir un cierre correcto del párpado. Esto se logra reubicando o eliminando tejido excesivo, según el caso, y ajustando los músculos responsables del cierre palpebral.

Esta cirugía se puede realizar con anestesia local o general, dependiendo de la complejidad del caso y de las preferencias del paciente. La cirugía suele realizarse de forma ambulatoria, con una duración aproximada de entre 30 minutos y 1 hora.

Por otro lado, esta intervención no es adecuada para todos. En este caso, está indicada para pacientes que presentan dificultades para el cierre completo de los párpados, ya sea por parálisis facial, envejecimiento, defectos congénitos u otras causas. Además, puede ser una opción para pacientes que buscan mejorar el aspecto estético de sus ojos, logrando una mirada más simétrica y armoniosa.

Beneficios de la cantoplastia:

  • Mejora del funcionamiento del párpado: La cantoplastia permite un cierre completo y adecuado del párpado, protegiendo el ojo de la sequedad, la irritación y posibles infecciones.
  • Aumento de la comodidad visual: La corrección del cierre palpebral reduce la sensación de sequedad, picazón y fatiga ocular.
  • Mejora del aspecto estético: La cantoplastia puede lograr una mirada más simétrica y armoniosa, dando a los ojos un aspecto más joven y despierto.
  • Tratamiento de la epífora (lagrimeo excesivo): En algunos casos, la cantoplastia puede ayudar a reducir el lagrimeo excesivo que fluye por la esquina externa del ojo.