El síndrome de Irvine-Gass (SIG) es una complicación postquirúrgica que puede aparecer después de una cirugía de cataratas. Se caracteriza por la inflamación y acumulación de líquido en la mácula, es decir, la parte central de la retina responsable de la visión fina y detallada. Esta acumulación de líquido, llamada edema macular, puede provocar una pérdida de la visión central y distorsión de la imagen.
La causa exacta del SIG no está completamente comprendida, pero se cree que varios factores pueden influir en ello:
- Otras enfermedades oculares: Los pacientes con diabetes, retinopatía diabética o degeneración macular asociada a la edad tienen un mayor riesgo de desarrollar SIG.
- Complicaciones durante la cirugía: Algunas complicaciones durante la cirugía de cataratas, como la ruptura de la cápsula posterior del cristalino, pueden aumentar el riesgo de SIG.
- Inflamación postquirúrgica: La respuesta inflamatoria natural del cuerpo a la cirugía puede, en algunos casos, ser excesiva y conducir a la formación de edema macular.
Síntomas del síndrome de Irvine-Gass
Los síntomas del SIG pueden aparecer en cualquier momento desde los días hasta las semanas posteriores a la cirugía de cataratas. Los síntomas más comunes incluyen:
- Visión borrosa o distorsionada
- Dificultad para leer o ver objetos de cerca
- Disminución de la visión central
- Sensibilidad aumentada a la luz
- Alteración de la visión nocturna
Diagnóstico del síndrome de Irvine-Gass
El diagnóstico del SIG se realiza mediante un examen oftalmológico completo que incluye:
- Examen de la retina con dilatación de la pupila: Para observar la acumulación de líquido en la mácula.
- Angiografía fluoresceínica: Para evaluar el flujo sanguíneo en la retina y detectar posibles fugas vasculares.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): Para medir la extensión y el grosor del edema macular.