La retinosis pigmentaria (RP) es una enfermedad ocular progresiva que afecta la retina, es decir, la capa de tejido sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo. Se caracteriza por una pérdida gradual de las células fotorreceptoras, los bastones y los conos, que son responsables de captar la luz y enviar señales al cerebro para que podamos ver.
La RP está causada por mutaciones en varios genes que afectan la función de las células fotorreceptoras. Por lo tanto, a medida que estas células se degeneran, se acumulan pigmentos anormales en la retina, de ahí el nombre de la enfermedad.
Síntomas de la retinosis pigmentaria:
Los síntomas de la RP varían de una persona a otra y progresan con el tiempo. Los más comunes incluyen:
- Pérdida gradual de la visión periférica, como si se mirara a través de un «túnel» o un «cañón».
- Dificultad para ver en condiciones de poca luz o ceguera nocturna.
- Visión borrosa o distorsionada.
- Pérdida de la visión central en etapas avanzadas.
Diagnóstico de la patología:
El diagnóstico de la RP se realiza mediante un examen oftalmológico completo y pruebas como por ejemplo:
- Exploración de la retina: Para observar signos como vasos sanguíneos estrechos, puntos de pigmentación y atrofia retiniana.
- Prueba de campo visual: Para evaluar la visión periférica.
- Electroretinografía: Para medir la actividad eléctrica de las células fotorreceptoras.
- Pruebas genéticas: Para identificar mutaciones genéticas asociadas a la RP.