La membrana neovascular, también conocida como membrana subretiniana neovascular (MSN), es una condición ocular grave que se caracteriza por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos nuevos bajo la retina. Estos vasos sanguíneos anormales pueden filtrar líquido y sangre, dañando la retina y provocando una pérdida de visión significativa.

Causas de la membrana neovascular

La causa exacta no siempre es clara, pero varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollarla, como:

  • Degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) húmeda: La DMRE húmeda es la forma más grave de DMRE y se caracteriza por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales bajo la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión fina.
  • Diabetes: La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos, incluida la retina, y aumentar el riesgo.
  • Oclusiones venosas retinianas: Las oclusiones venosas retinianas ocurren cuando se bloquea una vena de la retina, impidiendo el flujo sanguíneo normal. Esto puede dañar la retina y provocar el crecimiento de vasos sanguíneos nuevos.
  • Traumatismo ocular: Un golpe o una lesión en el ojo puede dañar la retina y aumentar el riesgo de membrana neovascular.

Sintomatología

Los síntomas de esta patología pueden aparecer de repente o gradualmente e incluir:

  • Pérdida de visión: La pérdida de visión puede ser rápida y severa, afectando uno o ambos ojos.
  • Visión borrosa o distorsionada: Los objetos pueden aparecer borrosos, ondulados o deformes.
  • Manchas o puntos negros en la visión: Se pueden ver puntos oscuros o manchas en la visión, especialmente al mirar fondos claros.
  • Dificultad para ver en condiciones de poca luz: La visión nocturna puede ser deficiente.

Diagnóstico

Para hacer un buen diagnóstico se realiza un examen ocular completo realizado por un oftalmólogo. El examen puede incluir:

  • Dilatación de la pupila: Se utilizan gotas dilatadoras para ampliar la pupila y permitir una mejor visualización de la retina.
  • Examen con luz azul: La luz azul puede hacer que los vasos sanguíneos anormales sean más visibles.
  • Tomografía óptica coherente (OCT): La OCT es una prueba de imagen no invasiva que proporciona una imagen detallada de la retina y la capa subretiniana, permitiendo al oftalmólogo detectar la presencia y la extensión de la membrana neovascular.
  • Angiografía con fluoresceína: Esta prueba utiliza un tinte fluorescente para evaluar el flujo sanguíneo en la retina y detectar los vasos sanguíneos anormales.