La insuficiencia límbica es una enfermedad rara que afecta la córnea, la capa transparente que cubre la parte frontal del ojo. La córnea está formada por dos capas: el epitelio y el estroma. El epitelio es la capa más superficial y está compuesto por células que se regeneran constantemente. El limbo es la zona de la córnea donde se encuentran las células madre epiteliales, que son responsables de esta regeneración.

Por lo tanto, en la insuficiencia límbica, las células madre epiteliales son destruidas, lo que impide la regeneración del epitelio corneal. Esto puede provocar una serie de problemas, como:

  • Ulceración corneal: Las úlceras corneales son lesiones abiertas en la superficie de la córnea que pueden ser dolorosas y causar pérdida de visión.
  • Infección corneal: La falta de epitelio hace que la córnea sea más susceptible a las infecciones.
  • Opacidad corneal: La opacidad corneal puede reducir la visión.
  • Ceguera: En casos graves, la insuficiencia límbica puede llevar a la ceguera.

Causas de esta patología

La insuficiencia límbica puede ser congénita (de nacimiento) o adquirida. A continuación exponemos las causas de esta patología que incluyen:

  • Quemaduras químicas o térmicas en la córnea.
  • Conjuntivitis cicatrizante: La conjuntivitis cicatrizante es una inflamación de la conjuntiva, la membrana fina que cubre la superficie del ojo y la parte interior de los párpados. En algunos casos, la conjuntivitis cicatrizante puede dañar el limbo y provocar insuficiencia límbica.
  • Tratamientos con conservantes: Algunos medicamentos para las gotas oculares contienen conservantes que pueden dañar las células madre epiteliales.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad. En casos leves, el tratamiento puede ser médico e incluir el uso de gotas lubricantes, antibióticos o esteroides. De lo contrario, en casos severos, puede ser necesario un trasplante de limbo, ya sea parcial o total.

No obstante, también existe el trasplante de limbo, que es una cirugía compleja en la que se reemplaza el limbo enfermo por un limbo sano de un donante. Así pues, el trasplante de limbo puede restaurar la visión y prevenir la ceguera.