La cavidad anoftálmica, también conocida como órbita vacía, es una condición en la que hay una ausencia del globo ocular. Esta condición puede presentarse desde el nacimiento o por alguna causa como un traumatismo, un tumor o una infección grave. La pérdida del ojo puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, tanto física como psicológicamente.

Causas de esta condición:

  • Traumatismo: Un golpe o una lesión en el ojo puede provocar daños irreversibles que requieran su extirpación.
  • Tumores: Los tumores oculares, tanto benignos como malignos, pueden requerir la resección del globo ocular para su tratamiento.
  • Infecciones: Infecciones graves en el ojo, como la endoftalmitis, pueden dañar el ojo de manera irreparable y requerir su extirpación.
  • Enfermedades congénitas: En algunos casos raros, la cavidad anoftálmica puede estar presente desde el nacimiento debido a malformaciones congénitas.

Sintomatología:

El síntoma más evidente de la cavidad anoftálmica es la ausencia del ojo en la cavidad de la órbita. Además, los pacientes pueden experimentar:

  • Dolor: La cirugía para extirpar el ojo puede causar dolor y molestias que generalmente se van aliviando con el tiempo.
  • Sequedad ocular: La falta del ojo puede provocar sequedad en la cavidad orbital, causando irritación, picor y visión borrosa.
  • Dificultad para llevar prótesis oculares: En algunos casos, puede ser difícil adaptar y llevar una prótesis ocular cómodamente.
  • Problemas psicológicos: La pérdida del ojo puede tener un impacto significativo en la autoestima y la imagen corporal, provocando ansiedad, depresión y dificultades para adaptarse a la nueva situación.