Las cataratas son una opacidad del cristalino, la lente natural transparente del ojo que ayuda a enfocar la visión. A medida que envejecemos, las proteínas del cristalino pueden comenzar a aglomerarse, causando que se vuelva turbio y nublado. Esto puede provocar una visión borrosa, distorsionada o con colores menos vivos.
Sintomatología:
- Visión borrosa o nublada: El síntoma más común es la visión borrosa, como si se mirara a través de un vidrio sucio o empañado.
- Dificultad para ver de noche: Las cataratas pueden dificultar la visión en condiciones de poca luz, como conducir de noche o leer en un ambiente oscuro.
- Sensibilidad a la luz: Los ojos pueden ser más sensibles a la luz, especialmente a la luz solar, provocando molestias o deslumbramiento.
- Visión doble: En algunos casos, pueden provocar visión doble en uno o ambos ojos.
- Cambios en la percepción del color: Las cataratas pueden hacer que los colores parezcan menos vivos o apagados.
Tipos de cataratas:
- Catarata senil: El tipo más común de cataratas, asociadas a la edad. Son más frecuentes a partir de los 55-60 años.
- Catarata congénita: Presentes desde el nacimiento o se desarrollan en la infancia.
- Catarata secundaria: Provocadas por otras afecciones oculares, como el glaucoma o la diabetes.
- Catarata traumática: Causadas por un golpe o una lesión en el ojo.
Tratamiento:
El único tratamiento efectivo para las cataratas es la cirugía. En la cirugía de cataratas, el cristalino opaco se extrae y se sustituye por una lente intraocular artificial (LIO). La LIO es una lente transparente y permanente que se implanta en el interior del ojo. Esta lente intraocular puede ser de diferentes geometrías; monofocales, trifocales o de tecnología EDOF.
La cirugía de cataratas es un procedimiento seguro y eficaz que puede mejorar significativamente la visión. La mayoría de las personas experimentan una mejora notable de su visión después de la cirugía.