Con la llegada de Sant Jordi, es un momento oportuno para abordar la interrelación entre la lectura y la oftalmología. En esta entrada, examinaremos y aclararemos algunas creencias sobre cómo la lectura influye en la salud visual, ofreciendo información precisa para distinguir entre la realidad y la ficción.

Leer letra pequeña o con luz tenue desgasta la visión: FALSO

A pesar de la creencia generalizada de que leer en letra pequeña o en condiciones de poca luz puede causar daños permanentes a la visión, esto no es cierto. Sin embargo, es importante reconocer que leer en estas circunstancias puede provocar fatiga ocular, aunque no conlleva ningún daño permanente. La fatiga visual puede causar sensación de visión cansada, picor y molestias oculares, presión o tensión en la zona del frente, sensación de sequedad ocular, etc. Por ello, es recomendable leer en áreas bien iluminadas, en una buena posición corporal y parpadear con regularidad para prevenir la fatiga ocular y el dolor de cabeza.

Leer libros o dispositivos electrónicos a distancias muy cercanas es perjudicial: CIERTO

Nuestros ojos no están diseñados para enfocar objetos de cerca durante largos períodos de tiempo. Esta práctica, especialmente común durante la etapa infantil, puede potenciar el desarrollo de miopía y la aparición de fatiga visual. Para mitigarlo, en distancias cercanas, nuestros profesionales recomiendan adherirse a la regla de los 20-20-20: cada 20 minutos. Esta consiste en desviar la vista hacia algún objeto situado a una distancia mínima de 20 pasos durante 20 segundos. Y recordar que la distancia ideal de lectura está entre los 30 y 40 cm.

Leer en la oscuridad perjudica la visión: FALSO

Tal como se ha mencionado, leer en condiciones de baja iluminación puede causar fatiga visual y síntomas como dolor de cabeza o sequedad ocular. Sin embargo, esta práctica no implica daños permanentes en los ojos. Es preferible evitarla para reducir el estrés visual y garantizar una lectura más cómoda. En este sentido, la luz natural es la mejor opción para leer o estudiar, pero en ausencia de esta, se recomienda una iluminación dirigida y ajustable según las preferencias individuales.

Si uso gafas de lectura malacostumbro a mis ojos: FALSO

Seguramente habrás escuchado esta frase más de una vez y queremos decirte que es falso. El uso de gafas de lectura o lentes progresivas es la herramienta clave para poder leer cómodamente cuando la presbicia está presente en nuestro día a día. Por lo tanto, su uso no perjudica nuestro sistema visual ni mucho menos malacostumbrará a nuestros ojos. Simplemente, los ayudaremos a ver mejor y a leer de manera cómoda. No veas las gafas de cerca como un enemigo, sino como tu mejor aliado.

En definitiva, aunque hay creencias extendidas sobre cómo la lectura puede impactar en nuestra visión, es crucial diferenciar entre los mitos y la realidad. Cuidar la salud ocular implica adoptar prácticas saludables en la lectura y seleccionar entornos óptimos para esta actividad.

Esperamos que disfrutes de la lectura este Sant Jordi. ¡Feliz día!