La oftalmopatía tiroidea, también conocida como enfermedad de Graves oftálmica, es una afección autoinmune que afecta los ojos de personas con problemas de tiroides, como el hipertiroidismo (enfermedad de Graves) o el hipotiroidismo. Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos de la órbita ocular, provocando inflamación y daño en los músculos y tejidos que rodean los ojos.

Síntomas de la oftalmopatía tiroidea:

Los síntomas pueden variar en gravedad e incluir:

  • Exoftalmos (protrusión de los ojos): Uno de los síntomas más característicos, donde los ojos sobresalen visiblemente de sus órbitas.
  • Edema periocular: Inflamación e hinchazón de la zona alrededor de los ojos, que puede causar sensación de presión y picazón.
  • Visión borrosa o doble: Dificultad para enfocar la visión o visión doble debido a la inflamación de los músculos oculares.
  • Aumento de la presión intraocular: Puede dañar el nervio óptico y provocar glaucoma si no se trata.
  • Sequedad ocular: Sensación de arena o picazón en los ojos debido a la disminución de la producción de lágrimas.
  • Ojo rojo: Enrojecimiento de la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo.
  • Sensibilidad a la luz: Molestia ocular ante la luz brillante.
  • Dolor ocular: En algunos casos puede haber dolor ocular, especialmente al mover los ojos.
  • Visión disminuida: En casos graves, la inflamación puede afectar al nervio óptico y provocar pérdida de visión.

Causes que la provocan:

La causa exacta no se conoce completamente, pero se sabe que está relacionada con una respuesta autoinmune anormal a la glándula tiroides. En personas con problemas de tiroides, el sistema inmunitario ataca por error los tejidos de la órbita ocular, provocando inflamación y daño.

Factores que aumentan el riesgo de padecerla:

  • Ser mujer: Las mujeres tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad que los hombres.
  • Fumar: El tabaquismo es un factor de riesgo importante para la oftalmopatía tiroidea.
  • Genética: Hay una predisposición genética a la enfermedad.
  • Diabetes: Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
  • Edad: La enfermedad es más frecuente en personas entre los 30 y los 50 años.

Diagnóstico y tratamiento:

El diagnóstico de la oftalmopatía tiroidea se basa en los síntomas, el historial médico y un examen oftalmológico completo. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como análisis de sangre, pruebas de imagen (como tomografía computarizada o resonancia magnética) o una biopsia de los tejidos orbitarios.

El tratamiento, por lo tanto, se centra en controlar la enfermedad de la tiroides subyacente y reducir la inflamación y los síntomas oculares. En este caso, puede incluir:

  • Medicamentos antitiroideos: Para controlar la enfermedad de la tiroides.
  • Corticoides: Para reducir la inflamación.
  • Inmunosupresores: Para casos graves o que no responden a otros tratamientos.
  • Lágrimas artificiales: Para la sequedad ocular.
  • Prismas o cirugía: En algunos casos, puede ser necesaria la corrección de la posición de los ojos o la descompresión de la órbita ocular.